Confusión

"Si no estás confuso, no estás prestando atención"

Tom Peters

Las primeras semanas de aislamiento no distinguía muy bien ningún día de la semana. Confundía miércoles con viernes, viernes con domingo.
Al principio todos los días eran domingo: las calles vacías, todos los miembros de la familia juntos todo el tiempo en casa...
Después todos los días eran lunes: la información actualizada era (es) un drama, despertarse por la mañana con la necesidad de tener asignada una tarea que contribuya.
Durante un tiempo tuve la esperanza de que las cifras de España fueran mejores que las de China y buscaba los datos al empezar el día. Después dejé de consultarlas. Ahora espero a encontrarme la información cuando enciendo el televisor o entro en internet.
Los días eran una mezcla de actos sucesivos movidos por la inercia y la necesidad de entender, aceptar y encontrar normalidad a algo que se parece demasiado a vivir una película de ciencia ficción.

Camino de la cuarta semana de confinamiento parece que ya estoy prestando atención y consigo diferenciar días laborables de días del fin de semana. Estoy encontrando el equilibrio entre estar ocupada y seguir hacia adelante sin sentir que vuelvo la espalda a la situación.

Entiendo que es una etapa. La incertidumbre continuará cuando volvamos a salir, a trabajar, a vivir otra vez en el exterior. Estamos aprendiendo a movernos con soltura entre la bruma del nuevo futuro, a volvernos flexibles. Seguro que acabaremos encontrando una solución creativa para cada problema que se nos plantee. Siempre lo hacemos. Que no se nos olvide ser creativos.